sábado, 14 de marzo de 2015

Tengo veinte minutos de calma

2014 10 27

Tengo veinte minutos de calma
y los ahorro para cuando venga
un escenario más bonito…

Ahora los ocupo clavándome el aguijón
un poco más profundo;
haciendo del dolor mi amigo,
sangrando sin pudor por las calles
bulliciosas y vacías…

Después cuando llego al nuevo escenario,
ese que invita a relajarse,
sólo escuchando su olor al acercarse;
caigo abatido en los brazos de Morfeo,
en el infiero de Dante,
en las visiones del caballero de Rocinante.

Tengo veinte minutos y mi corazón
ya no palpita como antes,
taladra mi pecho cual espada
hervida a fuego,
con su hierro candente todavía,
acariciando mi piel errante.

Un suspiro mal calculado

                y muero…

No hay comentarios:

Publicar un comentario