2014 10 04
He sabido conservar en mi utopía
el recuerdo de tus lágrimas en el parque.
Quererte es como conservar intacta
una lata de sopa Warhol en el trastero:
inservible, hípster y un tanto absurdo.
Esquivo a la memoria
seis o
siete veces al día.
Tengo, por lo menos, nueve canciones
que hablan de tus ojos,
un sinfín de poetas modernos
que
saben de lo nuestro…
un lobo que acompaña a las estrellas,
un unicornio aparcado al ralentí
para
huir contigo,
un cuento de las mil y una noches
que no
te menciona
y un loco loro, un poco tonto
que se acuerda de tu nombre
siempre que las golondrinas
vienen a pasar el rato a mi terraza…
Descuida, el día que me vuelva
tartamudo y ande en silla de ruedas
desfiguraré tu silueta
por una chincheta.
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